miércoles, 30 de abril de 2008

Mi Historia Educativa

Antes de empezar, querría explicar que esta actividad me ha entusiasmado. Me ha hecho recordar momentos, personas, lugares…, que a veces las seres humanos olvidamos o simplemente no dedicamos los minutos necesarios para recordarlos. Gracias a esta tarea, he podido dedicar personalmente ese pequeño tiempo a recordar todo aquello que he sido, todo aquello por lo que estoy aquí, todas aquellas personas que han estado y compartido conmigo momentos inolvidables y como no momentos difíciles, aquellas que han influido en mí positiva o negativamente, aquellas que estaban y que hoy no están… En fin, multitud de recuerdos buenos o malos que nos hacen crecer como personas, tal y como diría una de mis mejores amigas.
Recuerdos que la educación siempre ha estado presente de una forma u otra. Tanto la ejercida por las instituciones formales, como la recibida por tus familiares, amigos y personas de que te rodean.
En base a este pequeño inciso, trataré de explicar todos aquellos recuerdos que conservo sobre mi historia educativa.

PRIMERAS INFLUENCIAS EDUCATIVAS
Pues bien, la primera influencia educativa que recibí, una vez vine al mundo es la que ejercieron sobre mí, mis padres principalmente y los familiares y amigos más allegados.










A partir de los tres años de edad, inicié mi proceso de educación formal en unos barracones escolares, conocidos como las “Caracolas”. Este recurso fue temporal, hasta que se finalizó la construcción del nuevo centro escolar de la ciudad en la cual vivía, Cerdanyola del Vallés (Barcelona).
De este primer periodo de tiempo que pasé en las caracolas, no tengo demasiados recuerdos. Únicamente los típicos, tales como los lloros de mis compañeros/as al despedirse de sus familiares, (la mayoría de los cuales recuerdo que eran abuelos/as), el patio o más bien, el lugar dónde jugábamos, puesto que estaba repleto de barro y con escasos juguetes y columpios para divertirnos.
ÚLTIMOS AÑOS DE LA EGB…
Lo que sí que recuerdo gratamente, fue el cambio que se produjo cuando se puso en marcha el nuevo centro público, llamado CEIP Xarau, al que fuimos derivados. El cambio fue brutal en cuanto a infraestructuras, recursos, y sobre todo en cuanto a espacios lúdicos y sus correspondientes materiales (columpios, canastas, pelotas, juguetes…). En definitiva, un centro acondicionado y dotado de todo lo necesario para realizar una educación de calidad.
Por otro lado, recuerdo esta estancia en el centro, más que nada por los buenos momentos que pasé allí. En él hice cosas que actualmente pienso y creo que no sería capaz de hacer. La verdad es que a veces cuando miro al pasado, hay cosas que hice en las que no me reconozco. Y digo esto, porque actualmente conozco mis puntos fuertes y débiles, y por ejemplo leer un discurso sobre el Pregó (Carnaval) para todo el instituto a estas alturas me costaría mucho, o también, jugar en el equipo de fútbol de la escuela o ser una de las protagonistas de una obra de teatro sobre “Las tres bessones”.








Con respecto a los profesores, los recuerdos a todos y cada uno de ellos. Me podrán gustar más o menos, pero creo que cada uno de ellos realizó una magnífica labor educativa en cada una de sus especialidades. Cierto es que por esa época, no estaba yo muy por la labor de atender en las clases, pero supieron captar mi atención, e hicieron que me interesase por sus explicaciones, así como por las actividades y tareas que debíamos realizar.
He de destacar en este sentido, la importancia que tienen las expectativas que un profesor fije para sus alumnos. En mi caso, recuerdo que uno de ellos, mi tutor Lorenzo, el cual ya había tenido como alumna a una de mis hermanas, mantuvo una entrevista con mis padres y les animó a que me apoyasen para continuar con mis estudios, ya que según él, poseía capacidades para hacerlo. Incluso se aventuró a predecir que podría llegar más lejos que mi hermana, cuestión que sorprendió a mis padres y les motivó para seguir inculcándome la importancia de continuar formándome adecuadamente. Aunque mi reacción hacia ello, fue un tanto indiferente, tal vez por desconocimiento o por falta de madurez.
INICIO DE LA EDUCACIÓN SECUNDARIA (ESO)
Finalizada la etapa correspondiente a la EGB, padecí otro cambio, pero esta vez del colegio al instituto IES. Banús, ubicado en la misma ciudad. Este se caracteriza por ser un centro público, en que el que se imparte secundaria obligatoria, bachiller y formación profesional.
A diferencia del colegio anterior, que se encontraba bastante alejado, éste estaba en la misma calle en dónde vivía, por lo que me alegre muchísimo por qué de esta forma podría ir yo sola sin compañía de ningún adulto.
En este instituto cursé 1º de la ESO y el primer trimestre de 2º curso, debido a que mis padres decidieron cambiar de casa y de ciudad. ¿Nuestro destino? Tarragona city! O más bien, una urbanización de las afueras de Torredembarra. En la cual resido actualmente.
Antes de instalarnos definitivamente, me buscaron un instituto que estuviese lo más cerca posible de casa y se ajustara a las demandas educativas de mis progenitores. De este modo, encontraron dos centros de secundaria, uno conocido como “el de arriba” (de la población) y etiquetado como “el mejor o bueno”, refiriéndose a la calidad educativa que se ofrecía, y el otro centro conocido como “el de abajo” calificado como “peor” en comparación con el anterior.

CAMBIO DE CIUDAD E INSTITUTO…
La cuestión es que en el primer centro nombrado, no había plazas disponibles y por descarte me tocó ir al “insti de abajo”, conocido como IES. Ramón de la Torre. Con características similares en su estructura (público, cultura organizativa, recursos…) al instituto de Cerdanyola de dónde provenía, pero por el contrario, percibí ciertos aspectos que lo diferenciaban. Por un lado, el gran índice de inmigración existente, el nivel académico de los alumnos, las estrategias de enseñanza de los profesores, etc.
En fin, otro nuevo cambio en mi vida, al cual me tuve que aceptar y adaptar lo mejor posible. Y así fue. En relación a ello, me acuerdo del primer profesor que conocí, el cual me mostró y explicó todo aquello que fuese de mi interés y estuviese relacionado con el centro. También me ayudó a establecer relaciones con mis nuevos compañeros. Fue un gran apoyo en su momento, que no podía descuidar.

Al cambiarme de centro en mitad del curso académico, noté bastantes diferencias sobre todo en relación al tipo de profesorado, su manera de enseñar y los alumnos. Mi primera impresión sobre ello, fue una falta de disciplina, constancia y respeto hacia la figura del docente. Junto con ello, un bajo nivel académico del alumnado, que se reflejaba en la falta de atención, interés y motivación generalizada hacia el estudio. La mayoría de mis compañeros admitían estar allí por obligación y a la espera de cumplir los 16 años para poder acceder al mundo laboral.
Así que admito que me dejara llevar por la inercia y ambiente del centro, y como resultado de ello mis notas empeorasen. Pero rápidamente recibí el toque de atención tanto por parte de los profesores como por la de mis padres y me puse las pilas de nuevo.
El tiempo fue pasando y llegó 4º de la ESO, la hora de decidir sí continuar mis estudios haciendo Bachillerato, optar por un Ciclo de Grado Medio o incorporarme al mundo laboral. La decisión no la tenía del todo muy clara, ya que en aquella época el hecho de seguir estudiando no me motivaba lo suficiente. Pero gracias a las influencias que tuve por parte de mis familiares y los diversos acontecimientos que sucedieron en aquella época, y el ánimo y confianza que depositaron en mí mis profesores, decidí continuar y cursar Bachillerato Humanístico, en base a que mi fuerte son las letras y no los números.
También elegí esta modalidad, por qué más o menos ya tenía encaminado el ámbito al que me gustaría dedicar (la educación), sin particularizar todavía en una profesión u otra.

BACHILLERATO Y SELECTIVIDAD

De la etapa de Bachillerato recuerdo, el estrés y desasosiego que todos los alumnos llevábamos, debido a que notábamos una falta de formación para sacar adelante las nuevas asignaturas, junto con el famoso “Treball de recerca”.
Percibimos una diferencia abismal entre la ESO y el Bachillerato. Des de ese momento comprendí que era necesaria una reforma educativa que diera un vuelco a la educación que se estaba dando.
Por ello, los profesores tuvieron que explicar contenidos que deberían haberse trabajado en secundaria y adaptar sus clases a nuestros conocimientos previos.
Otro aspecto a destacar, es que durante esta etapa fui viendo como la mayoría de mis compañeros abandonaban el sistema escolar. Hasta el extremo de superar 2º de Bachillerato solamente con una de ellas, de las 9 que solíamos ir juntas.
En definitivas cuentas, en clase promocionamos un total de 10 alumnos de los cuales 6 de ellos decidimos presentarnos a selectividad.
Aquí es cuando llegué a plantearme que hacer verdaderamente con mi vida y mi futuro profesional. Gracias a la orientación profesional que recibí en el instituto, mediante charlas y conferencias explicativas y teniendo en cuenta mis gustos, decidí dedicarme al mundo de la enseñanza de los más pequeños, es decir, Educación Infantil. Otras preferencias fueron Pedagogía, Educación Social, Educación Especial, Derecho y Psicología.
Uno de los recuerdos que tengo muy presentes sobre la orientación profesional, es sobre una orientadora que me informó sobre qué consistía la Pedagogía. Ahora compruebo lo equivocada que estaba aquella mujer y el desconocimiento que tenía de la profesión, y éste he de decir que fue uno de mis puntos de inflexión, a la hora de declinarme por mis estudios.
Por suerte o por desgracia, la nota que obtuve en selectividad no fue suficiente para poder entrar en Educación Infantil y recordando lo que aquella orientadora me explicó, lo poco que yo sabía (por qué ahora sé lo amplia que es y todo lo que abarca esta ciencia) y que me gustaba bastante, explica por qué actualmente estoy cursando 4º de Pedagogía en la Universidad pública de Tarragona, Rovira y Virgili. Como diría Cristina, soy una educadora infantil frustrada…jeje

Durante este periodo, los caprichos del destino hicieron que coincidiese reiteradas veces con una persona la cual actualmente se ha convertido en alguien importante en mi vida (Isa, ¡te la devuelvo!) y con la que puedo contar siempre que lo necesite. Nos conocimos en un medio un tanto hostil y tenso (selectividad) y juntando esto, con la fiebre alta con la que me presenté, descuidé incluso pasarle el examen que le correspondía. Ella muy educada me lo pidió y avergonzada se le di.
Posteriormente, volvimos a coincidir en la matriculación en la Facultad y por último el día de inicio del curso académico. Y de momento hemos compartido 4 años de nuestra vida, realizando trabajos conjuntos y compartiendo momentos de verdadera amistad.

ENTRADA EN LA UNIVERSIDAD
La entrada en la Universidad de Ciencias de la Educación y la Psicología, supuso una nueva etapa que emprender, con toda la ilusión y motivación de una alumna que tenía ganas de aprender. En ella he ido descubriendo todo tipo de cosas, que me han hecho crecer y madurar personalmente. Ha cambiado en parte, mi forma de ser y de ver las cosas.
Por fin, no sé si por el proceso educativo que he seguido o por la formación recibida durante la carrera, que he logrado entender y percibir la educación y la formación como algo esencial para el desarrollo e integración social de las todas las personas.
También, señalar que tal y como indicaba antes, entré con muchas ganas i entusiasmó, pero este ha ido disminuyendo a medida que íbamos conociendo la poca proyección social que tiene esta profesión, el escaso conocimiento que existe entre la población sobre su perfil profesional y sus funciones, y la poca demanda laboral que existe por lo diversos motivos mencionados. Pero bueno, seamos optimistas, y emprendedores y hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para cambiar esta situación.
Para terminar, decir que espero y deseo que pueda completar esta historia incluyendo la orla en la que salgamos todos los licenciados en Pedagogía de la promoción 05-06.

2 comentarios:

Cris!! dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Cris!! dijo...

Iee educadora infantil fustrada!!! Com he rigut al llegir-ho!!! jajajaja.. ja veuras pero que al final ho aconseguirem i tot!! :)

Petons rodons!! CRIS